Cuando hablamos de retribución nos referimos a la gratificación que reciben los trabajadores a cambio de su labor y, en la administración moderna, a parte del salario se incluyen los incentivos y los llamados beneficios sociales.

Actualmente, los beneficios sociales son clave para atraer y retener el talento en tu empresa y así lo han demostrado los gigantes tecnológicos de Silicon Valley. Empresas que han apostado por impulsar esta vía de compensación y ahora son referentes y reconocidas mundialmente por sus políticas de RRHH.

Si nos preguntamos qué beneficios sociales son los que los empleados reclaman o valorarían de forma positiva en su ocupación laboral, podemos afirmar que el seguro de salud es el mejor y más común entre los servicios que puede ofrecer la empresa. El 70% de las empresas lo ofrecen y este dato, extraído del estudio del II Barómetro de Seguros de Salud reafirma la importancia de que el Director de Recursos Humanos o el Director Financiero escuchen la demanda de sus empleados.

Que la empresa implemente y se haga cargo del seguro de salud de los trabajadores y sus familiares es en la mayoría de casos una inversión muy costosa que la empresa no puede asumir. No obstante, hoy en día la empresa puede ofrecer este y otros servicios sin incurrir en costes extra mediante un plan de retribución flexible.

Este plan permite al trabajador de forma opcional, sustituir parte de su retribución dineraria anual por productos y servicios. Aunque estos productos provengan del salario del asegurado, tienen ventajas fiscales y están exentos, con ciertos límites, de tributar por el IRPF. Así lo recoge el artículo 42.2 de la ley del mismo impuesto.

El gasto en estos productos reduce la base imponible, pudiendo modificar incluso el tipo marginal a pagar de IRPF.

Por este motivo, el salario neto del empleado se ve incrementado y el ahorro es aún mayor si tenemos en cuenta que la compra en masa por parte de la empresa abarata costes.

A parte del seguro de salud, encontramos entre estos productos bonificados los tickets restaurante, servicios de guardería y gastos en transporte, entre otros.

Con este método, tanto empresa como trabajadores se ven beneficiados.

El trabajador tiene a su fácil disposición una serie de servicios a un menor coste que le permite ahorrarse dinero en la declaración de la renta y la empresa mejora el bienestar general y motivación del empleado con un coste mínimo.

Esta motivación laboral se traduce al final en un menor absentismo y un mayor compromiso en el proyecto empresarial por parte de los trabajadores.

Por su sencillez y efectividad, implementar un plan de retribución flexible se ha vuelto prácticamente imperativo, incluso para las medianas empresas, si quieren seguir siendo competitivas en términos de retribución y políticas de recursos humanos.

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