Tras el apagón registrado a nivel nacional, trasladamos unas primeras valoraciones sobre sus posibles efectos aseguradores.
A día de hoy no se conocen con certeza las causas del suceso, por lo que toda valoración debe ser entendida como preliminar y siempre condicionada a lo que se determine finalmente respecto al origen del evento y a la interpretación de las condiciones específicas de cada póliza.
1. Impacto en la industria: posibles pérdidas de beneficios y falta de suministros
El principal impacto para el sector industrial podría provenir de interrupciones de actividad y, por tanto, de reclamaciones de pérdida de beneficios. Mencionamos las principales coberturas que podrían verse implicadas:
- Pérdida de beneficios: Las pólizas de daños materiales suelen contemplar esta cobertura cuando la paralización proviene de un daño material asegurado. No obstante, en este caso concreto (apagón eléctrico), la aplicabilidad de la cobertura dependerá del clausulado y de si efectivamente se produce un daño asegurado.
- Falta de suministros públicos: Algunos contratos amplios incluyen sublímites para la pérdida de beneficios derivada de una interrupción de suministros esenciales, como la electricidad. Esta cobertura suele estar sujeta a condiciones específicas, como:
- Necesidad de daño físico en infraestructuras.
- Límites de indemnización reducidos.
- Periodos de espera o carencias temporales antes de que se active la cobertura.
- Carencias de proveedores o clientes: También existen pólizas que amparan pérdidas derivadas de falta de proveedores o clientes, aunque estas garantías suelen estar sujetas a condiciones más restrictivas.
La activación de todas estas coberturas dependerá del texto exacto de cada póliza y de las circunstancias que finalmente se acrediten.
2. Daños en bienes refrigerados
En el caso de particulares y comercios, el deterioro de bienes refrigerados podría ser uno de los daños más frecuentes.
- Coberturas condicionadas: Las pólizas multirriesgo suelen contemplar coberturas para el deterioro de mercancías refrigeradas, pero frecuentemente con franquicias económicas (importe mínimo de daños) y, sobre todo, franquicias temporales, que exigen que el corte de suministro supere 24 horas o más. (Dependerá de cada póliza).
3. Exclusiones a tener en cuenta: fuerza mayor y ciberataque
Con carácter muy prudente, recordamos que en algunos contratos de seguros podrían ser de aplicación exclusiones generales:
- Fuerza mayor: Muchas pólizas excluyen los daños causados por eventos calificados como de fuerza mayor extraordinaria.
- Ataques cibernéticos: Si eventualmente se demostrara que el apagón ha tenido origen en un ciberataque (hipótesis no confirmada), muchas pólizas de daños y pérdidas de beneficios podrían excluir este tipo de eventos, salvo que se haya contratado cobertura específica.
Por tanto, cualquier interpretación deberá quedar supeditada a la investigación oficial sobre las causas.
4. Posibles coberturas adicionales a través de otros seguros específicos
Dependiendo del perfil del asegurado, podrían ser relevantes otras coberturas complementarias, que requerirán una revisión de estos seguros adicionales y conocer claramente el origen del corte de suministro eléctrico.
El análisis de cobertura frente al apagón debe realizarse caso por caso, según las condiciones particulares de cada póliza y una vez conocido el origen exacto del incidente.
Recomendamos cuantificar los daños, inventariando y documentando las pérdidas y priorizar las actuaciones necesarias para minimizarlas. Debido a las singulares circunstancias y a la falta de información de las causas, todos los procesos y reclamaciones van a ser supeditados a disponer de información oficial del evento.
Desde RibéSalat estamos a disposición de nuestros clientes para analizar sus pólizas, valorar su situación concreta y acompañarlos en los pasos que correspondan en función de la evolución de los acontecimientos.