Una auditoría de seguridad informática es la herramienta más eficaz con la que cuentan las empresas para detectar sus principales vulnerabilidades y riesgos y tomar las medidas necesarias para evitarlos o, al menos, amortiguar sus consecuencias.

A lo largo de este artículo, desvelamos las claves sobre cómo hacer una óptima y útil auditoría de seguridad informática.

¿Qué es una auditoría de seguridad informática y para qué sirve?

Una auditoría de seguridad informática es un proceso de análisis y evaluación del estado de seguridad a nivel informático de una empresa, compañía u organización, donde se analizan minuciosamente, entre otros, los siguientes aspectos:

  • Procedimientos, medidas y política de seguridad definidos por la empresa y su grado de incumplimiento.

  • Vulnerabilidades, riesgos y áreas de mejora.

  • Medidas y acciones necesarias para resolver los problemas de seguridad informática detectados, con el fin de optimizar el sistema tanto en la actualidad como con vistas al futuro.

La utilidad de una auditoría informática es muy importante, ya que permite prever los riesgos y poner todos los medios para evitarlos o minimizar sus consecuencias de uno de los ámbitos potencialmente más vulnerables y que más pérdidas puede acarrear a una empresa sino se toman las medidas oportunas.

Un ataque informático puede suponer desde la pérdida de la credibilidad y confianza de los clientes, socios o proveedores de una empresa a la paralización de la propia actividad de la organización. También existe el riesgo de recibir fortísimas multas por no cumplir con la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales.

Los pasos de una auditoría informática

Una auditoría puede ser realizada por los propios empleados de la empresa, o bien   encargarse el trabajo a una auditoría externa, donde profesionales especializados emitirán un informe detallado y tomarán las medidas oportunas con una visión objetiva.

No existe un único tipo de auditoría informática ni una sola forma de realizarla. No obstante, los siguientes pasos o fases son comunes a la gran mayoría de auditorías:

  • Análisis de la situación inicial. Se toma una fotografía de cuál es la situación real de la empresa en las cuestiones que pueden afectar a su seguridad informática: hardware y software utilizado, programas antivirus disponibles, medidas y políticas de seguridad de la empresa, formación y concienciación en temas de seguridad informática de los empleados, nivel de cumplimiento de la Ley de Protección de Datos, etc.

  • Definición de objetivos y planificación de la auditoría. Una vez se conoce la situación inicial de la empresa, ya se pueden definir los objetivos necesarios y, en base a estos, planificar toda la auditoría, considerando los recursos humanos y técnicos que serán necesarios, tiempos de ejecución, etc.

  • Informe de los defectos y riesgos y soluciones necesarias. Tras los dos pasos anteriores, ya tendremos un listado detallado de las vulnerabilidades y riesgos detectados. A partir de estos defectos, se proponen las soluciones pertinentes para cada uno de ellos de forma detallada: medidas a tomar, inversión necesaria, recursos que se precisarán, cronograma de ejecución, etc.

  • Implementación de las medidas necesarias. El último paso de la auditoría debería ser la implantación de todas las medidas necesarias para solucionar los defectos de seguridad y reducir riesgos: cambios o actualización de hardware, software y  programas antivirus, medidas de seguridad en la red, adaptación de los requerimientos más actuales en protección de datos y seguridad digital, formación de los trabajadores, etc.

Factores que se deben analizar en una auditoría informática

Durante la ejecución de los pasos anteriores, en una auditoría informática aplicada a una empresa se revisan y valoran, como mínimo, estos factores:

    • Procedimientos y políticas de seguridad informática de la empresa.

    • Análisis de seguridad de los equipos (hardware y software) y de la red.

    • Protocolos de ciberseguridad. 

    • Verificación del cumplimiento de la legalidad vigente en materia de protección de datos y ciberseguridad.

    • Nivel de formación y concienciación de los empleados en seguridad informática.

La mejor estrategia que puede seguir una empresa respecto a su ciberseguridad es tomar todas las medidas posibles para que el peligro o riesgo no llegue a materializarse y, en caso de que se acabe produciendo un ciberataque o una incidencia informática, estar suficientemente cubierta a nivel de indemnizaciones a terceros o destinados a la propia empresa para que pueda hacer frente a pérdidas económicas, parones de la producción u otras incidencias.

En este sentido, es muy recomendable contratar un póliza integral de seguridad informática que incluya auditorías, medidas de prevención y protección y, en caso necesario, indemnizaciones que eviten o minimicen las consecuencias de las acciones de ciberdelincuentes o de otras crisis informáticas graves.

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