El Covid-19 ha planteado un cambio de paradigma en innumerables ámbitos, siendo el sector sanitario uno de los más afectados directamente. Con centros médicos y hospitales colapsados, la pandemia puso entre la espada y la pared al sistema sanitario de nuestro país, a pesar del gran esfuerzo de los excelentes profesionales que han estado -y siguen estando- en primera línea desempeñando una labor intachable.
Sin embargo, la delicada y tensa situación experimentada durante los días de mayor auge de la curva produjo que muchos ciudadanos valoraran la contratación de un seguro médico como respuesta a un acceso más ágil a la sanidad. A este factor, hay que añadirle el temor al contagio a la hora de presentarse físicamente en un hospital.
Employee benefits
Por este motivo, no es de extrañar que los trabajadores que disponían de un programa de employee benefits en su empresa recurrieran a adherirse al seguro de salud colectivo, especialmente si ofrecía garantías específicas relacionadas con el virus. Asimismo, las ventajas fiscales respecto a un seguro médico individual fue otro de los incentivos para tener en cuenta, ya que el empleado, su cónyuge y sus descendientes están exentos en el IRPF hasta los 500 euros anuales por beneficiario.
Desde un punto de vista empresarial, además, el aumento en las cifras de contagio provocó que las compañías se vieran expuestas a no poder contar, repentinamente, con parte de su plantilla por estar de baja. Este elemento también fue clave a la hora de valorar la opción de una póliza de esta tipología.
Videoconsultas y nuevos canales de comunicación
Además de las coberturas concretas vinculadas al virus y las ventajas fiscales, el atractivo en las pólizas de salud colectivas es fruto de la acelerada digitalización acaecida en estos últimos meses. Un claro ejemplo de ello son el gran peso que han cobrado las videoconsultas, absolutas protagonistas de este confinamiento a causa de la eliminación de la presencia física y, por ende, la disminución de la exposición al virus, así como la reducción de tiempo y los costes de desplazamiento.
Por otro lado, los nuevos canales de comunicación también se erigen como una excelente herramienta para establecer una línea más cercana y directa entre paciente y profesional médico. Prueba de ellos son los grupos de WhatsApp por especialidad, una práctica que se ha incentivado en este periodo.
Reinvención de las pólizas
Pero no solo las consultas a distancia y los chats han aflorado como útiles instrumentos. La reinvención de las pólizas ha derivado a que algunas ya incluyan los costes farmacéuticos e incluso ofrezcan la posibilidad de hacer llegar los medicamentos a las propias empresas.
Más allá de las ventajas del mundo digital, las coberturas asistenciales a domicilio se caracterizan por el gran valor añadido que proporcionan a los asegurados en caso de estar aislados por Covid-19. Es el caso de poder contar con alguien que recoja a los niños en el colegio o de una persona que se haga cargo de la limpieza del hogar.
En definitiva, no hay duda de que la pandemia del Covid-19 ha cambiado la manera de valorar la importancia de preservar nuestra salud y los seguros de salud colectivos están ganando posiciones en el mercado.