Las características demográficas de la población española, con una de las poblaciones más envejecidas a escala mundial, sumadas a la continuada pérdida de poder adquisitivo por parte de ésta, implican un futuro incierto en relación al futuro de nuestras pensiones públicas. Por ello, debemos ser conscientes de las ventajas implícitas en la contratación de un plan de pensiones que nos garantice unos ingresos adicionales una vez finalizada nuestra etapa laboral. Por ello, a lo largo de este artículo intentaremos dar algo de luz a este tipo de productos, resolviendo aquellas dudas que podamos tener.
¿Sabemos cómo funcionan los planes de pensiones?
El cliente destina un cierto capital de su renta (a partir de aportaciones, mensuales, anuales o únicas) a su plan de pensiones elegido, para así obtener un interesante capital una vez llegada su jubilación. Dichas aportaciones, se reinvierten a su vez en diversos productos de inversión, teniendo siempre en cuenta tanto el perfil como el plazo de inversión del cliente. Para entender mejor estos conceptos, nos basaremos en tres hipotéticos casos:
Miguel, ingeniero de 30 años, lleva trabajando 3 años. Siendo consciente del futuro incierto de las prestaciones públicas, decide contratar un plan de pensiones. Dado el amplio marco temporal existente hasta su jubilación, decide contratar un tipo de producto orientado a renta variable, es decir, aquellos que invierten en las principales bolsas del mercado. Este tipo de mercados ofrecen unas muy buenas rentabilidades, consolidándose en el tiempo. Sin embargo, ofrecen unas volatilidades superiores a otro tipo de productos, de ahí su visión largoplacista. Es decir, con un plazo de inversión tan amplio, podrá diluir las posibles correcciones de los mercados.
Javier, comercial de 45 años, tiene cotizados 15 años. Hablando con un amigo financiero de su infancia, le aconseja la contratación de un plan de pensiones mixto, es decir, aquellos que combinan la inversión tanto en renta fija como variable. La renta fija, pese a no ofrecer unos rendimientos tan altos como la variable, nos otorga un alto componente de seguridad y estabilidad al invertir en deuda pública de los principales gobiernos.
Luís, abogado de 60 años. Siendo consciente de que con la prestación asignada no podrá mantener su actual nivel de vida, decide contratar un plan de pensiones. Dado el escaso margen temporal existente, éste se orienta hacia un plan de pensiones garantizado, es decir, aquellos productos que garantizan el capital aportado a vencimiento. Para ello, se invierte principalmente en deuda pública de los principales países a escala mundial.
Beneficios Sociales
Una de las ventajas indiscutibles en la contratación de un plan de pensiones, son las ventajas fiscales que conllevan. Los capitales aportados, con un máximo de 8.000 euros anuales, deducen nuestra base imponible, implicando por ello un menor impacto fiscal.
Reembolso de los Planes de Pensiones
Una vez llegada nuestra edad de jubilación, podemos elegir el tipo de rescate de nuestro plan.
- En forma de capital: El partícipe percibe el total del plan en un único cobro.
- En forma de renta: Pueden ser temporales o vitalicias.
- En forma mixta: Combinando las dos anteriores.
- En disposiciones: Decides libremente la cuantía y las fechas para los reembolsos.
Debemos tener en cuenta que, este tipo de productos, tributan como rendimientos del trabajo, por lo que, para una mayor optimización fiscal, es recomendable evitar en rescate en forma de capital.
Además, el origen fundamental del plan de pensiones es complementar a la jubilación y que el ahorro siga luchando contra la inflación, por lo que rescatarlo en forma de renta se antoja como la mejor opción