Conseguir un alto nivel de seguridad informática es el objetivo deseado por la mayoría de empresas. Se trata de una situación ideal en que el software y el hardware de la organización, incluidos los datos de terceros, se encuentran a salvo y totalmente bloqueados al acceso de personas no autorizadas que pueden hacer un uso fraudulento de la información generada, tratada o custodiada por la organización.

Sin embargo, la seguridad informática se encuentra cada vez más amenazada por los conocidos como ciberriesgos, que serían todas aquellas circunstancias, factores y ataques deliberados que pueden causar daños materiales y deterioros o robos de información en las infraestructuras digitales que usamos en nuestra empresa: software, sitios web, dominios, etc.

Los ciberataques se asocian normalmente al término malware, concepto en el que quedan englobados los diferentes tipos de amenazas informáticas: ransomware (robo de datos para pedir rescate por ellos), troyanos (capaces de destruir datos, ralentizar o hasta inutilizar sistemas informáticos y hasta suplantar identidades) o spyware (software malicioso que se instala en el sistema operativo y es capaz de realiza infinidad de acciones delictivas), entre otros.

Los tres grandes tipos de seguridad informática para empresas

Existen diversas clases de seguridad informática que una empresa debe tener muy en cuenta para evitar ataques que le puedan acarrear robos de información, pérdidas  económicos, menoscabo del prestigio y la imagen de marca, así como posibles responsabilidades civiles frente a terceros e incluso penales, entre otros graves perjuicios para la empresa. Un cúmulo de factores negativos que pueden llegar a reducir notablemente la rentabilidad de la organización y hasta hacer peligrar su propia supervivencia.

Por todo ello, asegurar la seguridad informática de la empresa: equipos informáticos, medios de almacenamiento de datos, ya sean  físicos o en la nube y redes de   comunicaciones, se ha convertido en una cuestión prioritaria. Las empresas tienen la obligación, incluso por normativa legar, de desarrollar métodos de defensa que, de un modo integral, ofrezcan la suficiente cobertura a los tres diferentes tipos de seguridad informática:

Seguridad de Hardware

Concepto relacionado con todos los dispositivos informáticos que usamos en nuestros día a día en la empresa: ordenadores de sobremesa, portátiles, escáneres, tablets, teléfonos móviles, así como conexiones de red y servidores.  Los sistemas de defensa de hardware más comunes son los cortafuegos o firewalls.

Seguridad de Software

En esta tipología se engloban todos los métodos o sistemas de seguridad enfocados en proteger los programas o aplicaciones y en general el software de los distintos dispositivos informáticos usados por los profesionales de una empresa.

Seguridad de red

Sistemas y actividades que protegen la integridad y seguridad de la red por donde navegan o se transmite la información y los datos de cualquier organización. Las amenazas más comunes que operan por las redes son: virus informáticos, gusanos, troyanos y todo tipo de ataques de hackers, incluyendo interceptación, robo y destrucción de datos.

Es importante considerar que estos tipos de seguridad están estrechamente interconectados, y que, si uno falla, es muy posible que los otros dos se vean afectados. Por ejemplo, un software que presente agujeros de seguridad puede ser una vía de entrada para inutilizar un hardware o infectar con un peligroso virus al resto de dispositivos a través de la red.

Las estrategias de seguridad informática

Una estrategia óptima de seguridad informática debe combinar los programas y sistemas antivirus más efectivos con los software más actualizados, además de una concienciación e implicación de todos los empleados para que tomen medidas de precaución como: usar solamente aplicaciones o programas autorizados y controlados por la empresa o ser muy cuidadosos y precavidos con las contraseñas.

Por otro lado, realizar un buen análisis de riesgos y daños potenciales es mucho más que una actividad deseable,  habiéndose convertido en una operación prácticamente indispensable para poder tomar las medidas preventivas necesarias y realmente efectivas.

Externalizar la seguridad informática en una aseguradora: una opción cada vez más utilizadas

Cada vez son más las empresa que optan por contratar los servicios de una aseguradora que les proteja adecuadamente de los distintos tipos de ciberriesgos con un póliza específica que les asegure una indemnización en caso de daños y también les cubra los temas de responsabilidad civil en caso de ataques a terceros, asegurando que se cumplen los requisitos de seguridad obligatorios por normativa.

Algunas aseguradoras están también especializadas en detectar posibles riesgos informáticos y asesorar e implantar las barreras y medidas protectores adecuadas para evitar que los ataques y daños lleguen siquiera a producirse.

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