Aunque en la actualidad no es obligatorio su contratación, uno de los seguros más recomendables para todas aquellas empresas que se dedican a la construcción y promoción de edificios, viviendas y, en general cualquier obra civil, es el seguro Todo Riesgo Construcción, también conocido como seguro TRC. Su principal ventaja es que cubre prácticamente todos los daños que se pueden producir durante la ejecución de una obra, lo que sin duda aporta una dosis extra de tranquilidad a los inversores de proyectos de construcción.
¿Qué es el seguro TRC?
La definición del Seguro Todo Riesgo Construcción o seguro TRC es muy clara y concreta. Se trata de un seguro enfocado a obras, ya sean de edificación u obra civil, que cubre prácticamente la totalidad de daños que se pueden producir de manera accidental o imprevisible durante una obra, incluidos la mayoría de fenómenos naturales.
Por otro lado, es importante remarcar que el seguro TRC se caracteriza por su gran flexibilidad y posibilidades de personalización, lo que le permite adaptarse a prácticamente cualquier tipo de obra o de cliente, incluidas algunas peticiones especiales o muy concretas y específicas.
¿Qué aspectos cubre el seguro a Todo Riesgo Construcción?
El Seguro TCR incluye un amplio abanico de daños materiales que puede producirse de modo accidental e imprevisible durante la ejecución de una obra. Estos aspectos cubiertos por una póliza estándar de un seguro TRC se denominan garantías básicas y, en conjunto, cubren los riesgos más comunes en la mayor parte de obras:
Riesgos básicos o convencionales: explosiones, incendios, choque de vehículos y otros impactos.
Riesgos provocados por fenómenos de la naturaleza y por fuerza mayor: lluvia, inundación, viento, desbordamiento, hundimiento, terremotos y corrimiento de tierras
Riesgos producidos durante la ejecución de la obra por defectos en los materiales o en la mano de obra y errores de diseño.
Gastos adicionales provocados directamente por un siniestro indemnizable por la cobertura del seguro: demolición, desescombro, desguace, desembarre y extinción de incendios
Cualquier otra causa accidental, imprevisible y súbita que no esté excluida expresamente en la póliza del seguro.
Además de estas garantías básicas, el cliente tiene la opción de contratar garantías opcionales, como por ejemplo: huelgas, daños del equipo y la maquinaria de construcción, responsabilidad civil extracontractual o ampliaciones temporales de la cobertura. En este sentido, existe la posibilidad de ampliar la cobertura de incendios durante un mes tras finalizar la obra, entre otras posibles incidencias.
Otros aspectos importantes del seguro Todo Riesgo de Construcción
El seguro TRC cubre contingencias específicas del sector de la construcción y está especialmente dirigido y recomendado a constructores y promotores, que son las figuras profesionales que realizan la inversión y que, por lo tanto, más interesado están en tener cobertura y no correr riesgos innecesarios. Lo más habitual es que el tomador del seguro sea el constructor.
Este seguro debe ser contratado un poco antes de que empiece la obra y es necesario especificar un día concreto de finalización. Ambos días tienen que quedar reflejadas con claridad en la póliza, ya que solamente quedarán cubiertos los siniestros que ocurran dentro del espacio temporal limitado por dichas fechas de inicio y final (salvo que se especifique una ampliación a través de la contratación de una garantía adicional).
El seguro Todo Riesgo de Construcción no es obligatorio, pero sí muy recomendable para cubrir inversiones (en ocasiones muy importantes) y daños en obras (que suelen ser bastante habituales).
La contratación del TCR no exime a los constructores y promotores de la obligación de un seguro de Responsabilidad Civil, tal como establece el artículo 1902 del Código Civil. No podemos olvidar que el seguro TRC y el seguro de Responsabilidad Civil son productos distintos con unas coberturas diferentes.
El objetivo de un seguro TRC es cubrir los daños y pérdidas materiales que se puedan producir durante el transcurso de la obra, siempre y cuando ocurran como consecuencia de los motivos reflejados en las garantías básicas, o bien adicionales si el cliente las ha contratado. Los casos que dan derecho a indemnización son básicamente accidentes, del tipo incendios o catástrofes naturales. Pero también puede cubrir otras cuestiones, como podría ser el robo, actos vandálicos, consecuencias derivadas de defectos en los materiales u otras garantías adicionales pactadas entre la aseguradora y el cliente.