Ser autónomo en nuestro país cada vez es más común y según los últimos datos demográficos, el número de autónomos se ha visto incrementado durante los últimos 4 años situando a los autónomos como el 18% de la población ocupada a día de hoy.

Aquellos que se aventuran a emprender, deben ser conscientes de los riesgos que corren. Hoy vengo a hablaros de la desprotección social a la que se exponen los autónomos y de cómo aumenta si, como el 86% en régimen de autónomos, se cotiza por la base mínima.

Cotizar por la base mínima pone en situación de riesgo tanto a nuestro núcleo familiar como a nuestro negocio y a nosotros mismos.

Como autónomos es de vital importancia conocer la realidad a la que nos enfrentamos frente a las contingencias expuestas a continuación.

Incapacidad/invalidez: A la falta de ingresos que dejamos de percibir por no poder ejercer nuestra profesión, se le suma el impacto económico que suponen los pagos que estos supuestos conllevan. Posibles contrataciones de sustitutos para que nuestro negocio siga funcionando, acondicionamientos, facturas…

Viudedad y orfandad: Nuestras familias se ven delante de una situación difícil por la pérdida de un ser querido, que se agrava por la falta de medios económicos para afrontar su día a día a partir de entonces.

Jubilación: Es cuestión de tiempo que nos jubilemos y el sistema de pensiones público nos retribuye por un importe totalmente por debajo de lo necesario para mantener nuestra calidad de vida. La diferencia entre lo que necesitaríamos y la pensión pública es la desprotección que deberíamos cubrir.

Estos son solo posibles problemas a modo de resumen. Por esta razón, cada uno debe medir la magnitud de sus necesidades y así poder tomar medidas preventivas acordes.

Para ello, exponemos una serie de gráficos que muestran perfectamente el grado de desprotección existente según el nivel de ingresos en caso de cotizar por la base mínima.

A pesar de que los gráficos son meramente orientativos, reflejan una situación realmente preocupante.

Los datos y porcentajes para el cálculo han sido extraídos del ministerio de empleo y seguridad social española.

Desprotección por viudedad. Se calcula en función del 52% de la base de cotización.

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Como podemos ver, en el mejor de los casos, cotizar por la base mínima cubre menos de la mitad de los ingresos y nuestra tasa de descobertura alcanza el 54% de los ingresos mensuales.

Desprotección por orfandad. Se calcula en función del 20% de la base de cotización.

Imagen2

Cotizar por la base mínima cubre en un 18% los ingresos mensuales que debería ingresar el trabajador autónomo, dejando una tasa de desprotección del 94% para aquellos que tuvieran unos ingresos de  3000€ mensuales.

Desprotección por incapacidad temporal. Se calcula en función del 60% de la base desde el día 4 al 20 del primer mes y del 75% sobre la base a partir del día 21.

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El caso de la incapacidad temporal tampoco es una excepción y si nos vemos indispuestos por una enfermedad o un accidente, podríamos llegar a dejar de ingresar el 90% de nuestro salario. Este es un riesgo importante puesto que, por una incapacidad de dos o tres meses causada por un accidente, podemos ver gravemente mermada nuestra economía por el coste de no poder trabajar.

Desprotección por incapacidad permanente total. Se calcula en función del 55% de la base de cotización.

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Observamos que en el caso de la incapacidad permanente total tendríamos un problema referente a los ingresos que nos corresponden por la pensión, que en el caso más favorable no llega a cubrir el 50% del salario. Un problema hasta que nuestro nivel de ingresos se normalice.

Desprotección por incapacidad permanente absoluta y jubilación. Unificamos estos dos supuestos, debido que las prestaciones establecidas son las mismas y se calculan sobre el 100% de la base de cotización.

Imagen 5

Estos dos últimos supuestos son los que otorgan una mayor renta para los pensionistas y seguimos pudiendo ver en el gráfico como la mayoría de los casos ha de soportar una gran tasa de desprotección.

Ahora nos podemos hacer una idea de la problemática en la que un autónomo se encuentra. Ciertamente es recomendable valorar la situación de cada uno para poder prever estos riesgos y vivir más tranquilo frente a las sorpresas desagradables e inesperadas.

Esperamos que esta información sea beneficiosa para todos vosotros y para todos aquellos que tengáis en mente ser trabajadores autónomos. Desde RibéSalat os animamos a emprender y esperamos poder daros soporte en vuestro camino. Queremos crecer con vosotros y poder apoyaros con nuestra experiencia.

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