En los últimos tiempos, la sociedad ha tomado consciencia sobre una necesidad de mejora del entorno en el que vivimos, cambiando patrones de conducta enfocados hacia mayor eficiencia conjunta.

Por ello, siendo conscientes de esta nueva realidad social, “nace” una nueva gama de productos orientados a este perfil de consumidor, los denominados fondos de inversión éticos.

Fondos de inversión, ¿sabemos lo qué son?

Un fondo de inversión, es una masa patrimonial constituida por la aportación de un gran número de inversores, controlados por una sociedad gestora. Ésta, siempre en función del perfil de sus inversores (adversos, moderados, agresivos…), decide en que mercados o productos participar, buscando en todo momento los rendimientos esperados.

En una coyuntura económica como la actual, con los tipos de interés próximos al 0% en el mercado bancario, debemos plantearnos la posibilidad de inversión en este tipo de productos, ya que nos ofrece la posibilidad de obtener un rendimiento por nuestros ahorros, escogiendo, al mismo tiempo, el nivel de riesgo que estamos dispuestos a asumir.

¿Qué son los fondos de inversión éticos?

Son fondos cuyos objetivos de inversión son aquellos proyectos que cumplen una serie de parámetros éticos, corporativos y medioambientales.

A través de los mismos, el inversor tiene la posibilidad de financiar diversos proyectos sostenibles (energías renovables, potabilización del agua…), o participar en ciertos mercados con unos marcados valores estipulados, como podrían ser la no participación en ciertos mercados (armas, diamantes…) o empresas.

¿Por qué invertir en fondos de inversión éticos?

Muchos de nosotros, nos preguntamos frecuentemente como podríamos aportar valor a nuestra sociedad. Sin embargo, no todos tenemos las capacidades, ni disponibilidades, suficientes como para lograrlo.

Mediante la inversión en fondos de inversión éticos, el cliente tiene la posibilidad de invertir en proyectos que fomentan un desarrollo sostenible del entorno, obteniendo al mismo tiempo unos atractivos rendimientos.

Además, una auditora externa vela por el buen uso del capital, por lo que el inversionista tendría garantizado un manejo eficiente de los mismos.

¿Qué riesgo y rentabilidades esperamos obtener?

Según el estudio «Habilidades de selección y sincronización de los fondos éticos y convencionales europeos», elaborado por Deusto Business School, aquellos fondos con un carácter más responsable ofrecen resultados más seguros y positivos que los convencionales. En palabras de Gómez-Bezares, catedrático en finanzas por la Universidad de Deusto y autor del citado estudio, este hecho «se debe principalmente a que los fondos responsables son más pequeños, más sencillos de manejar, y con empresas que se preocupan de minimizar ciertos riesgos, como los desastres medioambientales, de seguridad laboral, reputación, corrupción… que pueden hacer perder dinero al inversor».

Además, gran parte de los proyectos señalados anteriormente utilizan la modalidad Project Finance como base de financiación, es decir, el pago de las cuotas está garantizadas a partir de los flujos de caja generados por el proyecto en sí.

Este tipo de modalidad, es sinónimo de muy bajo riesgo en el sector financiero, ya que las entidades de crédito llevan a cabo rigurosos estudios de viabilidad antes de aprobar dicha operación.

Así pues, una inversión en fondos éticos no es sólo sinónimo de una elevada concienciación con el mundo que nos rodea, sino también una excelente oportunidad de inversión en un producto con bajo riesgo y atractiva rentabilidad.

Desde RibéSalat, ofrecemos asesoramiento para aquellos inversores concienciados con el entorno en el que vivimos.

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